Con estas palabras despedía Fernando Sor a Madame Beslay, la dedicataria de su Fantasía Elegíaca op. 59 y no sabemos con certeza si alumna suya o quizás algo más. También se llamaba Charlotte la amada por el joven Werther en la obra de Goethe.
Atravesaremos en nuestro viaje la época romántica escuchando la que, en mi opinión, es una de las grandes obras para nuestro instrumento.